Investigador Javier García Campayo y Dra.García Martín
Noticia
El
investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Javier García
Campayo, al frente del equipo que lidera la investigación de mindfulness en
España, ha presentado los resultados de dos estudios que abren líneas de
investigación punteras a nivel internacional.
El primero
de ellos, concluye que la meditación continuada alargaría la esperanza la vida;
y el segundo, realizado con el Servicio de Oftalmología del Hospital
Universitario Miguel Servet, demuestra que meditar mejora la agudeza visual. En
ambos casos, el equipo aragonés ha liderado grupos de investigación con
participación de varias universidades españolas y otros investigadores
internacionales.
En la
presentación, que ha tenido lugar esta mañana (mayo 2016), ha estado presente la doctora
Elena García Martín, del servicio de Oftalmología del Hospital Miguel Servet y
la directora gerente del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Sandra
García Armesto, que ha apoyado decididamente estas investigaciones.
Minfulness
para prevenir el envejecimiento del cerebro
El periódico
británico The Guardian citaba recientemente las líneas de investigación
que abre el novedoso estudio realizado por el equipo del Dr García Campayo,
publicado en la prestigiosa revista académica Mindfulness (EEUU). En él
se estudian meditadores zen con años de práctica meditativa e individuos sanos
de la misma edad y sexo que nunca han meditado. Se confirma que la longitud de
los telómeros (proteínas situadas en los extremos de los cromosomas y que
correlacionan con la esperanza de vida) es significativamente mayor en meditadores.
La conclusión es que la meditación continuada alargaría la esperanza de vida.
Los
telómeros son compuestos de ADN y proteínas, localizados en los extremos de los
cromosomas y necesarios para la correcta replicación del ADN y la estabilidad
cromosómica. La longitud de los telómeros se relaciona con diversas variables
comportamentales, factores psicológicos y/o enfermedades, y ofrece una visión
de la longevidad del organismo. Para llevar a cabo este estudio, se reunió a
una muestra de veinte meditadores y veinte no meditadores. Destaca en los
resultados, que la muestra de meditadores obtuvo valores significativamente
superiores en la mediana de la longitud telómerica (MLT) y presentó un
significativo porcentaje menor de telómeros cortos, siendo este un aspecto
novedoso de este estudio.
Y en lo que
se refiere a variables de mindfulness, la muestra de meditadores obtuvo una
mejor puntuación en atención y conciencia, observación, descripción, no
juicios, resiliencia, autocompasión, satisfacción con la vida y felicidad
subjetiva. En cuanto a la relación entre mindfulness y telómeros, en el estudio
se observan dos factores que pueden desempeñar una función clave.
Uno de ellos
es la aceptación, medida como la ausencia de evitación experiencial (este
estudio es uno de los primeros en mostrar que la aceptación está relacionada
con la longitud de los telómeros). Y el segundo de ellos, tiene que ver con la
compasión y uno de sus componentes, la humanidad compartida, una estrategia
útil para la regulación emocional en la que no se evitan los sentimientos
dolorosos o estresantes, sino que se afrontan conscientemente con bondad,
comprensión y sentido de humanidad compartida.
El estudio se presenta bajo el
título La meditación zen, la longitud de los telómeros y el papel de la
evitación experiencial y de la compasión, y junto a Garcia Campayo,
completan el equipo investigador Marta Alda, Marta Puebla-Guedea, Baltasar
Rodero, Marcelo Demarzo, Jesús Montero Marin y Miquel Roca.
Meditación y
mejora de la agudeza visual
Realizado
con el Servicio de Oftalmología del Hospital Miguel Servet, de los más
reconocidos de Europa, el estudio realizado sobre “evaluación de la función
visual y cambios estructurales en la retina en los meditadores zen”, ha
explorado la asociación con la práctica de mindfulness y el incremento de la
neuroplasticidad del sistema nervioso central.
Para llevar
a cabo este estudio, se reunió a una muestra de 18 meditadores zen y 38 no
meditadores. Entre las principales conclusiones destaca que la práctica de la
meditación Zen se asocia a mejor agudeza visual (especialmente en el contraste
y a la sensibilidad al contraste). También se encontró una correlación entre
los parámetros funcionales y estructurales. En concreto, entre el espesor de la
capa de células ganglionares, en las áreas nasal e inferonasal, y la visión de
color y la sensibilidad al contraste, lo que puede significar que las células
ganglionares de la retina se adaptan al contraste visual.
En este
estudio se ha implicado al completo el Servicio de Oftalmología del Hospital
Miguel Servet, con Elena García Martín al frente, junto a García Campayo
y el investigador de la Universidad de Sao Paulo, Marcelo Demarzo.
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