24
junio, 2014
Fuente: Journal of
Biological Regulators & Homeostatic Agents
Fecha: 2014
A
|
los múltiples factores que contribuyen a la
enfermedad periodontal, una higiene dental inadecuada, consumo de tabaco, etc,
se puede añadir uno nuevo: el estrés. Según un estudio de la Universidad de
Tufts (EE.UU.) mucho más de lo que pensábamos. «Se ha demostrado que hay una relación significativa entre el estrés
emocional y la enfermedad periodontal. Y debemos analizarla con mayor profundidad», asegura Evangelos
Papathanasiou.
Así, en un trabajo realizado con
Theoharis Theoharides y Iro Palaska que se publicaron en «Journal of Biological
Regulators & Homeostatic Agents» propusieron una nueva teoría de cómo el
estrés puede regular la inflamación de las encías, un fenómeno por el cual el cuerpo, en un intento de protegerse de las
bacterias en la boca, ataca esencialmente sus propias encías.
Se sabe que la causa principal de la periodontitis
o enfermedad de las encías es la siguiente: debido a una higiene dental
deficiente las bacterias se acumulan en los dientes y las encías y finalmente
conducen a la caries y la periodontitis. «Cuando las bacterias se acumulan,
comienzan a liberar toxinas. Su objetivo es crear más espacio para que más
bacterias se pueden formar», explica Papathanasiou. Así ayudan las bacterias
bucales anaerobias a prosperar y causan la gingivitis, la primera etapa de la
enfermedad de las encías.
Al mismo tiempo que estas bacterias
atacan los dientes y las encías, explica, el cuerpo está produciendo células
inmunitarias. En un mundo perfecto, las células inmunes y las bacterias
estarían en equilibrio y, por lo tanto, se salvaguardarían los dientes y las
encías. Sin embargo, en ocasiones las
células inmunes proliferan en un número tan elevado que ellas mismas producen
la inflamación de los tejidos y aceleran la enfermedad en lugar de prevenirla -de la misma manera que ocurre con una
reacción alérgica o una enfermedad autoinmune-. Y es en este proceso cuando la
gingivitis, que es reversible, causa la pérdida de hueso alrededor de los
dientes y la periodontitis.
«Durante muchos años la teoría era que
las bacterias eran las principales responsables. Ello ha hecho que la mayoría
de las terapias se dirijan a estas bacterias», dice Papathanasiou. Pero un concepto más actual es que la «respuesta
inflamatoria de las células inmunes juega un papel importante. Y la intensidad
de esta respuesta inmune parece estar modificada por un número de factores,
incluyendo la genética, la diabetes y el tabaquismo».
Pero los investigadores también han
visto que el estrés emocional también se asocia con
la enfermedad periodontal. Hay dos
teorías sobre eso, dice Papathanasiou. «La primera es de comportamiento: cuando
las personas están bajo estrés emocional, tienden a abandonar hábitos
saludables y tomar alimentos azucarados, fumar, beber más alcohol y olvidarse
del cepillo y el hilo dental, lo que promueve el crecimiento de bacterias».
La segunda, y más sorprendente, es la
teoría biológica. Dice este experto que cuando el cuerpo está bajo estrés, se producen grandes cantidades de la
hormona cortisol, que suele actuar como un agente antiinflamatorio. «Pero
cuando el cortisol se produce periféricamente en las encías parece estimular la
inflamación y, por lo tanto, promover la periodontitis».
Aunque todavía no se conoce en
profundidad este efecto, Papathanasiou y su equipo están desarrollando
experimentos para probar su hipótesis en el laboratorio. Así, señala que
mientras que las formas más efectivas para detener la progresión de la
periodontitis son las limpiezas dentales regulares y una higiene oral excelente
es posible que algunos antioxidantes y antiinflamatorios de los compuestos de
plantas llamados flavonoides (que se encuentra en muchas frutas y verduras)
tengan efectos beneficiosos en las personas que experimentan diferentes niveles
de estrés.
Para Papathanasiou «el futuro de la
terapia periodontal no pasa sólo por atacar a las bacterias, sino también por
controlar la inflamación». Este experto cree que tal vez se podrían incorporar
estos flavonoides en productos de higiene oral, como pastas de dientes o
enjuagues bucales. Ahora bien, reconoce, «esto nunca podría reemplazar la
importancia de cepillarse los dientes y de las limpiezas dentales regulares».
Al mismo
tiempo, planean investigar si el desarrollo de la enfermedad periodontal puede ser controlado
mediante técnicas de control del estrés. Si tienen éxito, entonces los
dentistas algún día podrían recetar un baño caliente y un masaje a sus
pacientes, junto con la recomendación de usar el hilo dental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos siempre tu inteligente comentario para poder ayudar a otras personas. Por favor, utiliza el lenguaje que te gustaría que utilizaran para dirigirse a tí. Muchas gracias!!!